Todo esto, no sin antes pasar por la requisa. Ésta fue hecha en un lugar abierto parecido a un gimnasio en el cual nos dicen las chicas que se encontraba, tanto personal masculino como femenino. Violando todo derecho humano fueron desnudadas delante de los hombres y mujeres que ahí se encontraban siendo además, objeto de burla del personal de esta prisión que, y no conforme con esto en la requisa de efectos personales, son despojadas de casi todas sus pertenencias tales como: cremas para el cuerpo, cepillos plásticos para el cabello, potes de plástico en donde guardaban efectos de aseo personal y cosas que estaban permitidas en la Unidad 3. Además de sacarles también todo tipo de mercadería como: fideos, verduras, carne, etc.; que fue tirada a la basura argumentando que en el Complejo no tenían cocina ni heladera, por lo tanto no lo necesitarían, y que nada de eso era permitido. Después de estas dos primeras requisas, sufrieron una más con personal únicamente femenino en la cual fueron nuevamente desnudadas.
Luego de las 20 hs fueron sacadas de sus celdas individuales para ser metidas en el módulo que no es otra cosa que un galpón con una pecera frente a ellas que tiene iluminación las 24 horas del día y están constantemente vigiladas por las celadoras. Hay dos puertas de imán y un cristal entre las internas y las celadoras, de modo que si sucede alguna emergencia la única manera de ser vistas es sacando la mano o azotando las puertas pues sus voces difícilmente pueden ser escuchadas, tal fue el caso de la madrugada del 22 de octubre en que una compañera se descompuso y solo azotando las puertas lograron ser escuhadas y llegó una enfermera que le aplicó una inyección para el dolor y sin otra atención la dejo en el lugar. Esto sucedió aproximadamente a las 17 hs por lo que a las 20 hs, en el momento del recuento las compañeras se tuvieron que amotinar pues la chica no presentaba mejora alguna logrando así que la sacaran para “atenderla.”
Las condiciones en las que están nuestras compañeras son inhumanas, la comida que se les da, además de ser pésima es poca. Les llevan una especie de comida para animales y no les dan desayuno, es decir, nada de mate cocido ni leche por las mañanas o tardes, solo pan y agua, y esto del agua no es cuando ellas la solicitan o la necesitan, si no cuando la celadora puede o quiere alcanzarles de beber, pues como se menciono antes no cuentan con cocina en absoluto para poder tomar, por lo menos, un mate caliente. Con respecto a esto, las celadoras les dicen: “ahora sí van a estar a dieta.” O sea, como es una cárcel de hombres y el régimen es diferente, nuestras compañeras están sometidas al mismo régimen que sufren los hombres.
El chequeo médico que se les hizo al llegar fue de primer nivel, se les preguntó si estaban enfermas, se les hizo firmar un papel y listo. El servicio médico es manejado por audiencias, las cuales difícilmente son atendidas. A las personas que iban con medicación psiquiatríca de la Unidad 3 directamente no se les dio ni se les da. El maltrato del médico llegó al límite cuando este, a la queja de una de las compañeras le respondió que a la Unidad 3, se la pasaba por “los huevos.”
Algunas de las chicas que han logrado que sus familiares vayan a verlas pasan por una gran pena, pues su visita es solo los días lunes, y por espacio de 2 horas. Deben pelear mucho para que las saquen temprano, y además, solo esta permitido la entrada de pollo con limón y milanesa, y no se pueden llevar los alimentos una vez finalizada la visita ya que todo es para comer en el momento.
Con respecto a los insumos, se les dio por persona: un colchón, una sabana y solo un rollo de papel sanitario. Se puede recibir paquete todos los días pero no se incluye ningún tipo de mercadería, solo galletas, azúcar, yerba y artículos de limpieza. De las 30 internas que fueron llevadas, la mitad son personas mayores de 40 años y algunas de las chicas no pudieron recibir su proveeduría. Tampoco se les informa nada, se están ayudando entre ellas pero los isumos se les terminan. Dos chicas con ayuda de sus familiares lograron sacar comparendo pero el resto no sabe a ciencia cierta que va a pasar con ellas y si sus abogados ya estarán al corriente o se pondrán en contacto con ellas. También dentro del grupo hay 8 extranjeras que no entienden nada y por lo tanto su desesperación es mayor.
El encierro al que están sometidas las está llevando al límite de la locura, a las 8 de la mañana las sacan de las jaulas, les dan una hora para limpiarlas y estas, luego de limpias, quedan cerradas y nuestras compañeras afuera de estas durante todo el día, no pudiendo así recostarse a descansar una persona mayor, por ejemplo si lo necesitara. Fuera de estas, solo hay un baño para las 30. A las 22 hs, que es el segundo recuento, se les abren nuevamente las jaulas para que vayan a dormir. Otro tema bastante bochornoso y humillante es la ducha, pues esta es colectiva y además se encuentra al descubierto sin ni una cortina o algo que permita tapar sus partes íntimas a lo que tienen derecho, y esto no es respetado. Otro problema es el chorro de agua que solo es uno, pues no hay llave reguladora y el agua si no sale demasiado caliente, sale demasiado fría. A las protestas que hacen continuamente las chicas se les responde, que eso no va a cambiar, pues la infraestructura del lugar ya esta hecha.
Al verse envueltas en semejante arbitrariedad y maltrato, algunas internas iniciaron una huelga de hambre lo cual no dio resultado, pues en 2 días ni un medico se acerco para pesarlas, y ó dar el seguimiento necesario, por lo que sin otra alternativa debieron ceder.
Desde la posición de quienes nos encontramos privados de la libertad, no podemos dejar de expresarle nuestro disgusto a los Doctores Ramos y Marambio, no por los cambios que se deben producir, pues es un área que no nos compete, pero sí en relación a las “formas” en que se están produciendo estos cambios, en tanto se realizan violando los derechos más fundamentales de las personas que, además, al estar procesadas y por lo tanto gozar de la presunción de inocencia, están siendo sometidas a recibir un dolor injusto e innecesario.
No estamos del todo seguras de si Marambio y Ramos tienen conocimiento de las formas en que se están efectuando los cambios diagramados, por ello, y para resguardar la comunicación existente para el mejoramiento de la situación de encierro, es que necesitamos que intervengan personalmente para garantizar los derechos de las PERSONAS.
Las cosas apuradas siempre salen mal…
PRESAS DE LA UNIDAD Nº 3 DE EZEIZA